Los mejores trucos para recalentar el pan para el desayuno

¿Sabes cómo recalentar el pan para tu desayuno? Seguro que la escena te resulta habitual. Te has olvidado de comprar pan fresco, te levantas por la mañana, tampoco tienes pan de molde en ningún armario… y lo único que te queda es un currusco de pan de hace dos o tres días, bastante duro ya. Tienes dos opciones: renunciar a tus tostadas para el desayuno, o intentar recalentarlo a ver si milagrosamente resucita y te permite disfrutar de unas tostadas mínimamente decentes.

Por supuesto, siempre puedes cogerlo tal y meterlo directamente en el tostador… pero el resultado será el mismo pan, más oscuro pero todavía más duro y más seco de lo que estaba.

Para aprovechar pan duro para hacer tostadas, tienes que seguir una serie de pasos. No puedes simplemente someterlo a una fuente de calor como si se tratase de un pan fresco, porque entonces el pan te quedará totalmente seco, chicloso, incluso quemado.

Tampoco te valen los trucos que vimos en nuestra guía sobre cómo descongelar el pan con una tostadora, ya que el pan congelado tiene otras propiedades diferentes, y el proceso de descongelación no es igual que el calentamiento.

Si quieres aprender a recalentar el pan para hacer tostadas, prueba las siguientes técnicas:

Usar un tostador con función calientapanes

Las tostadoras con calienta panecillos son la primera opción, y la más fácil, para poder calentar el pan para el desayuno. El calentamiento de un pan, o de una tostada que se te haya quedado fría (por ejemplo, tuestas una rebanada, te tienes que ir al baño, y a los 5 minutos la tienes ya fría) es un proceso distinto del de tueste, y por eso estos aparatos cuentan con un programa específico para calentar el pan, sin tostarlo de nuevo.

La diferencia básica es que tostar el pan implica secarlo, o deshidratarlo, mientras que del otro modo lo calientas sin secarlo.

Sin embargo, esta solución no te va a servir si el pan que quieres calentar está ya muy duro. Lo calentarás, pero no lo ablandarás. Para esos casos hay métodos mejores, como veremos a continuación:

Recalentar el pan en el microondas con un poco de agua

Para saber cómo recalentar el pan para el desayuno, tienes que comprender primero una noción básica: el pan contiene mucha humedad, y esta humedad se va perdiendo cuando el pan está en contacto con el aire. Dicho de otro modo: el pan se reseca y se endurece poco a poco.

Bien, la solución a este problema se sustenta en dos pilares básicos: humedad y calor.

Teniendo claro este concepto, una manera rápida de recuperar pan duro del día anterior es introduciéndolo en el microondas con un vaso de agua al lado.

Aquí el problema es que el microondas es un método muy rápido, pero también muy agresivo, así que el pan deberás consumirlo rápidamente después de sacarlo del microondas. Si esperas unos minutos, volverá a estar duro y además mucho más chicloso que antes. Este es un método ideal para recalentar el pan cuando tenemos prisa y queremos salir de un apuro.

Consejo: en lugar del vaso de agua, puedes envolver el pan con un paño de cocina húmedo.

Recalentar el pan dentro del horno

Otra buena forma de ablandar el pan duro y poder comértelo calentito, con mejores resultados que el microondas, es usar el horno tradicional de toda la vida.

Para recalentar el pan en el horno, debes seguir los siguientes pasos:

  • Antes que nada, precalentar el horno a la potencia máxima.
  • Acto seguido, humedece el pan o directamente mójalo en agua fría (bastará con unos segundos).
  • Envuelve el pan en papel de aluminio (esto es para que el vapor que se va a generar dentro del horno no se escape).
  • Por último, baja la potencia del horno y hornea el pan envuelto en papel de aluminio para que la corteza no se queme. Alrededor de 8-10 minutos será suficiente, aunque puedes dejarlo un poco más de tiempo si se trata de un trozo de pan muy grande o de una barra entera.

Gracias a la acción del horno, el efecto será más duradero que si calientas el pan en el microondas, pero tampoco te confíes: lo ideal es que lo consumas en el mismo día que lo has recalentado. Cuanto antes, mejor sabrá.

Por supuesto, también puedes usar un horno tostador para este propósito, siempre y cuando te quepa dentro la barra de pan duro que desees calentar.

¿No tienes horno? Prueba a calentar el pan con vapor en una olla

Una simple olla con tapadera puede ser tu mejor aliada en el caso de que no quieras usar el horno.

Para recalentar el pan en una olla a vapor, primeramente tienes que llenarla de agua y esperar que llegue al punto de ebullición.

Cuando el agua hierva, retira la olla del fuego y sumerge el pan en su interior, dentro de un colador grande o escurridera. Lo más importante en este método es que cubras la olla con una tapadera, o con un paño de cocina, para que el vapor que se genera tras bullir el agua no se escape afuera sino que se puede dentro rehidratando (y calentando) el pan.

¿Es buena idea recalentar el pan en una sartén?

No recomendamos recalentar el pan duro en una sartén, así sin más, ya que al calentarse solo por un lado, hay que darle la vuelta y esto multiplica el tiempo que el pan está sometido al calor. Por tanto, acabará secándose demasiado.

Lo que sí es más inteligente, aunque básicamente se trata de la misma técnica que vimos en el apartado anterior, es primero humedecer bien el pan (o empaparlo directamente, según lo seco que esté) y luego ponerlo a calentar sobre la sartén pero cubriéndola con una tapa de cristal de su misma medida.

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